Trabajadoras del hogar en el Perú, una lucha histórica constante

¡Trabajadoras del hogar en el Perú, una lucha histórica constante!

                                Por Felipe Vega Fernández - Coordinador Nacional

En este artículo nos referimos a las trabajadoras del hogar del Perú y hacemos énfasis en la lucha constante para lograr el reconocimiento de sus derechos, pero esta lucha se remonta a  mediados del siglo XX, de ese lado, desde la versión de Clementina Serrano, ex Jocista y actual presidenta del Instituto de Promoción y Formación de Trabajadoras del Hogar – IPROFOTH comenta que la JOC Perú empezó atender la problemática de trabajadoras del hogar, reforzamos esta versión desde las memorias de la JOC Perú y de Jocistas  de estos entonces, esto significa que la JOC identifico la realidad de las trabajadoras del hogar en sus militantes y en ese sentido busco atender las necesidades de las trabajadoras del hogar en el año 1960, y lo inició desde las  comunidades cristianas, sobre todo en grupos, en donde se iniciaron a reflexionar sobre los derechos laborales, la explotación y la realidad de trabajo de las trabajadoras del hogar. La organización y grupos se encargaban de la formación y la capacitación de las trabajadoras del hogar, pero los sindicatos tenían que encaminar la lucha de trabajadoras del hogar es por ello que en la década de los 60 se crearon 8 sindicatos para que ayuden a encaminar el proceso.

En la misma perspectiva de lo ya descrito reafirmamos que desde el inicio de todo el proceso de reivindicación de derechos laborales, la motivación de esta lucha tenia que ver con la situación critica de trabajadoras del hogar porque en ese entonces había mucha discriminación, las trabajadoras venían del campo y no sabían leer, ni escribir, pero tenían toda la voluntad de trabajar y mejorar sus condiciones. Fue una motivación la defensa de los derechos laborales porque en esos entonces las trabajadoras del hogar eran violentadas, vulneradas y discriminadas ya sea por los hijos de los empleadores o empleadores, frente a ello las organizaciones priorizaban la formación, el protagonismo, la sensibilización y la capacitación de trabajadoras del hogar para luchar por los derechos y buscar mejores condiciones de trabajo y de vida.  Pero en los años (80 y 90s) de violencia interna en el Perú los sindicatos perdieron fuerza, de ese lado al no funcionar libremente los sindicatos la debilidad alcanzo a la lucha del sector, como consecuencia de esto, en los años 80s se crearon las asociaciones como el IPROFOTH por ejemplo y el Centro de Capacitaciones de Trabajadoras del Hogar - CCTH; para acoger a las compañeras, para seguir promoviendo su formación y fortalecer el compromiso de lucha. A pesar de los contextos, la lucha siempre se ha mantenido, y el objetivo ha sido continuar con la formación y reivindicar los derechos laborales, el respeto y derechos humanos para las trabajadoras; sin embargo, en las últimas décadas del siglo XX no se logró mucho, porque no se reconocía los derechos laborales y se invisibilizaba el sector y el Ministerio de Trabajo no tenía un espacio para discutir las problemáticas y necesidades. Ya en el año 2003 se logró tener la Ley 27986, este resultado fue producto del empuje de los sindicatos, organizaciones y asociaciones de trabajadoras del hogar, este fue un logro interesante en materia de derechos laborales, sin embargo esta fue una Ley que fomentaba la desigualdad, pero también discriminatoria porque se reconocían los derechos a la mitad, como por ejemplo solo 15 días de vacaciones, el contrato podía ser oral o escrito, la remuneración se concretaba por acuerdo de ambas partes pero sin ningún monto base, la compensación por tiempo de servicios equivalía a quince días de remuneración por cada año de servicios o la parte proporcional de dicha cantidad por la fracción de un año, el descanso de 24 horas semanales y las gratificaciones al 50% de la remuneración mensual[1]

Después de la promulgación de la Ley en el 2003 en el 2006 se forman los sindicatos para poder tener instrumentos de negociación con la contraparte, con el Estado y seguir promoviendo mejoras, dado que las asociaciones tienen un rol más formativo y de generar protagonismo en las mujeres para ser dirigentes y defiendan sus derechos laborales. Se creo el Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar - SINTRAHOGAR, y las regiones hicieron lo propio, esto fortaleció la lucha del sector y también generó más espacios de organización, de formación y de propuestas ante instituciones del Estado. En todo este proceso la organización ha sido preponderante, en este proceso también se ha hecho promoción de derechos laborales y capacitación para trabajadoras del hogar mediante talleres, ferias y campañas de difusión; en este proceso las instituciones y sindicatos de trabajadoras del hogar siempre han estado presentes en las movilizaciones y marchas, pero además en la incidencia política en las instituciones del Estado, el Ministerio de Trabajo y el Congreso. En el año 2011 la OIT aprobó el convenio 189 de la OIT, esto determino un nuevo hito en la historia de las trabajadoras en el mundo y en nuestro país, dado que generaba instrumentos para poder afianzar la lucha y hacer la incidencia por su ratificación.

El convenio de la OIT ofrece protección especifica a los trabajadoras y trabajadoras del hogar, establece los derechos y principios básicos y exige a los Estados una serie de medidas con el fin de lograr que el trabajo decente sea una realidad para trabajadores y trabajadoras del hogar. (OIT, pág. 1). Con respecto a esta cita, mencionamos la discusión y el lenguaje de las instituciones se enfoca en el trabajo digno, porque este va más allá de los derechos laborales y de la protección social de los trabajadores, tiene que ver con el valor del ser humano y la garantía de una vida digna y en óptimas condiciones.

Recalcamos que desde la JOC se incentivó la lucha y formación como acción propia y desde las militantes trabajadoras del hogar se promovió otros espacios, como, por ejemplo, el IPROFOTH, y este en sus más de 40 años de vida institucional a organizado, capacitado y formado a trabajadoras del hogar, pero también ha formado cuadros dirigenciales que han estado a la altura para hacer frente a todas las demandas de las trabajadoras del hogar no solo en el Perú, sino también a nivel de América. Es por ello, que la acción de la JOC con respecto al sector se trasladó a otras instituciones y posteriormente a sindicatos, pero también se quedó en el movimiento y de ese lado en la JOC Chiclayo hemos tenido jóvenes trabajadoras organizadas, sus realidades han sido las mismas por el lado de la explotación laboral, la discriminación e invisibilización, pero en el año 2014 se inició un proceso de dialogo con los empleadores de las trabajadoras del hogar, al inició hubo mucha resistencia y sobre mucho miedo de nuestras militantes porque al reclamar sus derechos recibían respuestas que van a ser despedidas o que no tienen pruebas, entre otras, sin embargo el acercamiento era persistente desde la JOC Chiclayo y eso tuvo como resultado un logró significativo porque los empleadores se sensibilizaron y nuestras compañeras Evelyn y Susan pudieron estudiar una carrera técnica mientras trabajaban, se pudieron organizar no solo en la JOC Chiclayo, sino también en el sindicato y además fueron dirigentes y por otro lado terminaron de estudiar su carrera profesional, un proceso parecido se tiene actualmente en la JOC Cajamarca, pero este se relaciona a la formación de trabajadoras del hogar en talleres y capacitaciones, por último en la JOC Lima tenemos militantes trabajadoras del hogar que en primer momento recibieron su formación en el IPROFOTH y esta formación consistió en conocer y exigir los derechos laborales, pero también ingresar en dialogo con los empleadores y por último se organizan desde la JOC teniendo un rol protagónico, siendo un testimonio de vida y sobre todo difundiendo la lucha histórica, pero también los derechos de las trabajadoras del hogar.

Retomando al proceso de lucha de las organizaciones y sindicatos de trabajadoras del hogar, desde el 2011 hasta el año 2018 el proceso de concientización, formación e incidencia en los diferentes espacios de tomas de decisiones siempre ha estado presente, además de ello las instituciones, sindicatos y organizaciones de trabajadoras del hogar han impulsado la modificación de la Ley del año 2003, de forma simultánea se hizo incidencia para la ratificación del convenio 189 de la OIT, es así que el Congreso de la República hizo el depósito ante la OIT de la ratificación del convenio el 26 de noviembre del año 2018. Con respecto a la modificación de la  Ley 27986 del año 2003, las organizaciones y sindicatos de trabajadoras pusieron en sus agendas este trabajo y luego en la agenda del Congreso por que está Ley era desigual, no respetaba los derechos laborales y tenía muchos vacíos legales, sin embargo, en el Congreso por la crisis política y por intereses políticos de algunas bancadas no prospero. Para bien de las trabajadoras y volviendo a la ratificación del convenio 189, que por cierto ya se había realizado en el Congreso, las organizaciones y sindicatos se concentraron en la entrada  en vigor del convenio 189 y para ello se hizo mucha incidencia en el Congreso y otras instituciones de Trabajo, dado que su ratificación significa que el Estado tiene que garantizar los principios y lineamientos del convenio 189 en cuanto al trabajo remunerado, la no explotación, cumplimiento de los derechos laborales, no discriminación y protección en contra la violencia laboral.

Con todo lo ya mencionado y con el largo camino recorrido por las organizaciones y sindicatos la lucha, la sensibilización y la difusión de estos avances en materia de derechos laborales para las trabajadores ha configurado sus agendas, en esta misma medida también sobresalen testimonios muy valiosos de trabajadoras del hogar y estos enfocan el aprendizaje en cuanto a derechos laborales, pero también la defensa de los derechos laborales frente a los y las empleadoras, pero de otro lado los testimonios siguen mostrando la escasa conciencia social desde los empleadores porque aún existe discriminación, violencia y chantaje en cuanto a derechos laborales; con todos estos insumos y con estrategias de posicionamiento de casos concretos por parte de las organizaciones en el Ministerio de Trabajo se ha perfilado las necesidades del sector y la importancia de una norma que pueda fomentar trabajo digno, es así que en el año 2019 el convenio 189 entro en vigor y con ello quiere decir, que el tratado internacional pasa a formar parte del derecho peruano[2] y eso significa que es obligatoria su aplicación, en este caso en el sector de trabajadores y trabajadoras del hogar.

La entrada en vigor también significo que el Estado tiene que adecuar la normativa nacional a esta norma y tenga que priorizar la protección de derechos de las trabajadoras del hogar. Después de este proceso, la pandemia paralizo al sector productivo y desde las reglas de confinamiento se ordenó que las trabajadoras del hogar siguen trabajando, sin embargo, no se garantizo la seguridad de las mismas, puesto que el contagio era inminente, pero por otro lado también se agudizo la explotación porque el confinamiento hacía que las trabajadoras del hogar no puedan salir de su centro de trabajo, entonces las jornadas se prologaban.  Por otra, parte como producto de la entrada en vigor del convenio 189, el 06 de septiembre el pleno del Congreso aprobó la Ley de trabajadoras y trabajadores del hogar y envió al presidente de la Republica para su promulgación, es así que el 30 de septiembre el presidente de la republico lo promulgo y el 01 de octubre del 2020, fue publicada en el diario oficial el Peruano, el objeto de la Ley es regular la relación laboral de las personas que realizan trabajo doméstico y se denominan trabajadoras y trabajadores del hogar y la finalidad de la Ley tiene que ver con prevenir y eliminar toda forma de discriminación en las condiciones de trabajo y empleo de quienes realizan trabajo doméstico, garantizar sus derechos fundamentales, así como reconocer su significativa contribución al desarrollo social y económico del país. La Ley Nº 31047[3] contempla que los y las trabajadoras del hogar tienen

  • Jornada laboral de 8 horas diarias o 48 horas semanales
  • Sueldo mínimo no menor a la remuneración mínima vital (930 soles)[4]
  • Derecho a vacaciones de 30 días por un año de trabajo
  • El contrato se celebra por escrito, con duplicado y será registrado en el aplicativo web que establecerá el Ministerio de Trabajo[5]
  • Beneficios sociales
  • Edad mínima de trabajar 18 años
  • El 30 de mayo es día feriado no laborable por el día internacional de trabajadores y trabajadoras del hogar.

La norma prohíbe además los actos discriminatorios y trato vejatorio que afecte la dignidad de la trabajadora del hogar, garantiza la protección desde la etapa de gestación, prohíbe el despido por motivo de maternidad y le otorga descanso pre y posnatal conforme al régimen labora general de la actividad privada. Prohíbase todo acto de discriminación[6] contra las personas que realizan trabajo doméstico, así como todo tratamiento vejatorio de obra o palabra que afecte la dignidad de la persona trabajadora del hogar. (Diario el Peruano, 2020)

La promulgación de la nueva Ley de trabajadoras del hogar significa el logro más grande para el sector y es producto de la sensibilización, la formación, la organización y la lucha histórica de las organizaciones y sindicatos de trabajadoras del hogar. El impacto ha sido muy positivo en las trabajadoras del hogar porque los derechos son equiparados a otros regímenes laborales, sin embargo aún persiste discriminación o invisibilización por parte de la sociedad y sobre todo tomar como un sector que contribuye a la economía de las familias y el país, pero por otro lado, que es un trabajo y esto dignifica a todas las personas que lo realizan y eso significa que el empleador garantiza la no explotación laboral y violencia en el centro de trabajo, pero además se tiene que respetar a las personas y reconocer los derechos laborales.

Por otro lado, es importante también la reglamentación de la Ley 31047 aprobada por el Ministerio de Trabajo y Promoción del empleo. Esta reglamentación ha tenido un proceso de participación de las organizaciones y estás han hechos sus aportes para que el Ministerio de Trabaje tome en cuenta y además para que la norma sea adecuada. Por último, es importante continuar con la difusión de la Ley de trabajadoras del hogar y seguir con la sensibilización sobre la importancia del trabajo del hogar y de vigilar el cumplimiento de la Ley, pero sobre todo que las trabajadoras y trabajadores del hogar puedan acceder a derechos laborales, una vida digna sin discriminación y explotación en el trabajo.

 

                                                                                                                            Lima, 15 de abril de 2021

 

             JOC Perú 85 años de vida y acción



 

 

Bibliografía

Diario el Peruano. (2020). LEY Nº 31047. Obtenido de https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/ley-de-las-trabajadoras-y-trabajadores-del-hogar-ley-n-31047-1889434-1/

OIT. (s.f.). Convenio 189 trabajo decente para los trabajadores y trabajadoras domesticas. Ginebra. Obtenido de https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---americas/---ro-lima/---sro-san_jose/documents/publication/wcms_203988.pdf

 

 

 

 



[1] https://leyes.congreso.gob.pe/Documentos/Leyes/27986.pdf

[2] Esto según el artículo 55 de la constitución política del Perú.

[4] La remuneración podrá pagarse en forma semanal, quincenal o mensual, según contrato, pero además el empleador deberá extender una boleta de pago firmada por las partes en dos ejemplares y se pagará una gratificación por Fiestas Patrias y otra por Navidad equivalente a una remuneración mensual.

[5] En ese contrato debe figurar el nombre y apellido del empleador; las especificaciones del trabajo doméstico; los lugares de su prestación; la descripción de la entrega de alimentos, uniforme o alojamiento cuando corresponda.

Asimismo, la fecha de inicio del contrato; el monto y el medio de pago; el día de descanso semanal; las facilidades para acceder a la educación; los beneficios sociales otorgados, entre otros.

 [6] Incurre en acto de discriminación el empleador que obligue, o establezca como condición, al trabajador del hogar, realizar actos contrarios a los valores y prácticas sociales, culturales, religiosos y espirituales de sus pueblos, así como a usar uniformes, mandiles, delantales o cualquier otra vestimenta o distintivo identificatorio en espacios o establecimientos públicos como parques, plazas, playas, restaurantes, hoteles, locales comerciales, clubes sociales y otros similares.

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